Modelo e inspiración

Diálogo entre la materia y la intuición

En mi proceso creativo, el enfoque tradicional se transforma. Parto de conceptos y emociones como punto de partida, pero no recurro a un modelo físico para materializar mis ideas. En lugar de una figura preexistente, la obra surge de una interacción directa y orgánica entre el imaginario personal, la emoción y la materia.

«La intuición no es algo que aparece del vacío; es una conexión profunda entre mente y emoción.» — Carl Jung.

En mi trabajo, esta conexión se materializa a través del diálogo constante entre el material y la emoción. No sigo un modelo preestablecido ni separo la ideación de la creación; ambos procesos fluyen juntos de manera orgánica. La forma surge de manera intuitiva, como una fusión entre lo que quiero transmitir y las respuestas que ofrece el material durante el proceso.

Cada obra representa una búsqueda interna, donde la escultura no solo refleja un concepto, sino que canaliza emociones y las transforma en formas tangibles. Mi enfoque no impone, sino que escucha y colabora con la materia, permitiendo que lo invisible adquiera presencia y significado.

Enfoque artístico

Tensión entre el cuerpo y la materia

Mi enfoque se enmarca en un figurativismo que coexiste con influencias del minimalismo, el expresionismo y el futurismo. Aunque mi obra conserva trazas figurativas al evocar el cuerpo humano, también busca sintetizar estas formas, reduciéndolas a su esencia para transmitir emoción y movimiento de manera contundente.

El diálogo constante entre la emoción y el material define mi proceso creativo. Las formas surgen de manera orgánica, acercándose a una abstracción sutil que enfatiza el dinamismo del cuerpo y el espacio, todo ello con un lenguaje visual que prioriza la fuerza y la síntesis.

Artistas como Henry Moore, Jean Arp, Brancusi o Gino Charpentier han influido en mi mirada, especialmente en lo que respecta a la relación entre la forma y el espacio. Sin embargo,  ellos exploran con frecuencia formas más orgánicas o redondeadas, en mi práctica predomina la arista y los planos. La arista surge fruto de la tensión entre el cuerpo humano y la piedra.

Material

La materia como medio y mensaje

Para mí, trabajar directamente con el material es fundamental. Existe un diálogo activo entre el escultor y la piedra, un intercambio en el que la forma se adapta a las características naturales de la materia, en lugar de imponerse sobre ella. La piedra, por su dureza y su tensión inherente, no debería intentar transformarse en algo que no es. Respetar su naturaleza pétrea es parte esencial del proceso: no se trata de forzarla, sino de trabajar con ella para que sus cualidades únicas enriquezcan y den vida a la obra. Mi relación con el material es directa, buscando siempre un equilibrio entre la materia y la emoción que la habita.

Cada material tiene su propia personalidad, y trabajar con esta diversidad es esencial en mi proceso creativo. He trabajado con mármoles nacionales como el Blanco Macael, el Crema Marfil, el Rosa Zarci y el Mármol de Macael, y con otros como el Rubiña, el Carrara, el Rosa Portugal y el Travertino. Cada uno de estos materiales posee una textura única, colores característicos e incluso peculiaridades que exigen técnicas específicas. Esta variedad no solo plantea retos diferentes, sino que también enriquece mis esculturas, transformando cada pieza en una expresión singular.

Más allá de su belleza superficial, me atrae la conexión directa con el material, su resistencia, su historia geológica y sus particularidades físicas. Algunos mármoles presentan vetas marcadas, fragilidades naturales o granos más gruesos, lo que convierte el proceso en un diálogo continuo.